BIODESCODIFICACIÓN DEL SÍNDROME DE MÉNIÈRE

Definición: Enfermedad del oído interno que presenta acúfenos (zumbidos) junto con mareos y vértigo.

Técnico: 4 ª Etapa Embrionaria. Conflicto de separación auditiva. Conflicto de territorio.

Sentido biológico: Tiene el sentido de impedirnos tomar una mala dirección (a nivel auditivo,

de lo que oímos o no oímos). Ver el sentido biológico de los síntomas: ACÚFENOS, MAREOS, VÉRTIGO.

Conflicto: Conflicto de separación auditiva. No recibo las buenas palabras, explicaciones o el silencio que necesitaría.

Conflicto de agresión auditiva. No querer oír más, pongo un muro y me escondo en mi interior.

«No soporto escuchar cosas desagradables«.

Conflicto de territorio. No soportar oír como el enemigo penetra en mi territorio.

Conflicto central del cerebelo. Miedo por el porvenir, me produce “vértigos”.

Tener en cuenta los conflictos asociados de acúfenos y vértigos.

Diccionario Bio-Emocional .(Joan Marc Vilanova Pujó)

 

BIODESCODIFICACIÓN – ENFERMEDAD DE MENIÉRE / SÍNDROME DE MENIÉRE

¿Qué es?:
El síndrome de Meniére o Enfermedad de Meniére es una enfermedad que afecta al oído interno, causada por el aumento de endolinfa en el laberinto o por una inflamación del mismo, caracterizada principalmente por episodios de vértigo, que suele manifestarse muy acompañada de acúfenos o tinnitus (zumbidos en los oídos) e hipoacusia, siendo el acúfeno o tinitus y la hipoacusia previos al vértigo.
Las crisis vertiginosas aparecen casi siempre en episodios repentinos que pueden durar horas o días y se repiten periódicamente.
La pérdida de audición es fluctuante y evoluciona con el paso de los años a una hipoacusia o sordera irreversible. Fue descrito por primera vez por el médico francés Prosper Meniére en 1861; es la primera vez que se señala una lesión en el oído interno como la causa de una crisis vertiginosa, es decir, de clara etiología laberíntica y que se manifiesta con la tríada característica: crisis rotatoria, hipoacusia y acúfenos.

¿Qué conflicto emocional estoy viviendo?:

Como sabemos, todo nuestro sistema del equilibrio, está en el oído. Por lo tanto, hay algunas situaciones dentro del oído, es decir, físicas, que pueden ocasionarnos una pérdida de equilibrio. Sumado a esto, hay que tomar en cuenta, que escuchar sonidos “irreales”, por llamarles de algún modo, también pueden afectar nuestro equilibrio.

Una vez aclarado esto, vamos a analizar la situación desde el punto de vista biológico.

El vértigo en sí mismo, representa simbólicamente “ya no sé qué lugar ocupo”. Pero no es tanto una emoción de “sentirse como pez fuera del agua”, sino que es más como una sensación de “ya no soy lo que yo era antes” (y que provoca ya no tener dicho lugar”), ya sea físicamente, ante la vista de los demás, ante la opinión que yo tengo de mí mismo.

Esta afección (el vértigo), suele ser muy común entre los jubilados, que han perdido su lugar “laboral” y se sienten sin un lugar “en su casa”. O en los adultos que cargan con demasiadas responsabilidades y ya ni saben cuál es su verdadero papel.

Pero, no olvidemos algo importante, y es que el Síndrome de Meniére, además nos impone un “problema en el oído”. Por lo tanto, biológicamente, deberemos buscar aquello “que no quiero oír”.

“Hay algo que estoy oyendo, que ya no quiero oír, que no soporto oír y que además, me hace sentir “fuera de lugar”. Eso es Síndrome de Meniére.

Y ante ésta situación, también deberemos interpretar la palabra “oír” como “recibir”, pues estaremos hablando de un “bocado auditivo”, un bocado que auditivo que debo recibir o que recibo. Que deberé tragar además, pero que no trago, me cae mal, me hace salirme de mis cabales y perder el equilibrio.
Y todavía un elemento más, éstos asuntos del oído, van acompañados de “acúfenos” que aparecen de la nada y nos hacen desesperar.

Así que manos a la obra, tengo que buscar, si yo padezco o el médico me ha diagnosticado Síndrome de Meniére, historias parecidas a las siguientes:

– Estoy harto de esos vecinos míos que con su música tan alta me hacen enojar.
– La zona donde vivo es muy ruidosa, tanto ruido me hace perder la paciencia.
– Qué triste soledad en la que vivo, ya no hay nadie con quien hablar, me siento sólo.
– ¿Y qué viene para mí ahora? Siento que no puedo planear un futuro, no sé quién soy.
– ¿Y qué viene para mí ahora? Siento que no puedo planear un futuro, no sé qué quiero.
– Ya me cansaron en casa con esa cantaleta de “qué vas a hacer hoy”, no lo sé!
– Siento miedo al pensar qué serpa de mí en el futuro.
– Me da miedo estar sólo, en silencio, me angustio.
– Por más que lo pienso, no sé cómo resolver ese problema, salirme de ese compromiso.
– Tan tranquilo que vivía yo y ahora ni modo, a soportar al yerno y a los nietos, qué escándalo, ya no hay paz.
– Mis hijos no se van de casa, ¿acaso están esperando que yo muera para quedársela?.

Por lo tanto, será necesario, si queremos encontrar la razón de nuestro Síndrome de Meniére, buscar básicamente, conflictos emocionales, que haya sucedido días antes de que yo haya comenzado con el síntoma, y claro, que todavía sea un conflicto que no he aceptado, olvidado, perdonado, cambiado, etc. Porque si hoy por hoy, aún tengo la enfermedad, es que sigo viviendo el conflicto.

Tengo que buscar:
– Por qué me siento fuera de lugar, incapaz, sin objetivos, sólo
– Cosas que antes no escuchaba y ahora debo soportar
– Cosas que antes escuchaba y que ya no escucho.

Y puede ser desde una voz, música, tráfico, una licuadora, una palabra de amor, una palabra de aliento, palabras de apoyo, un saludo matutino de alguien.

Si por más que yo reviso toda mi vida, si por más que hago memoria y analizo minuto a minuto mi vida, yo estoy plenamente feliz y en paz con todos y con lo que hago, entonces será hora de buscar el conflicto programante en la familia.
Debo hacer mi árbol genealógico y buscar las historias anteriores en mis dobles, revisar sus vidas y cómo las vivieron, si las disfrutaron o las sufrieron.
Debo buscar si alguno de mis dobles fue sordo, quedó sordo, etc.
Debo buscar si alguien más padecía mareos, vértigos, etc.
Debo buscar migraciones e historias de “sentirme fuera de lugar”.

En mi Proyecto Sentido, deberé averiguar, si por alguna razón mi madre o mi padre, se lamentaron el hecho de tener que “cambiar de lugar” (vivienda, trabajo, amistades, costumbres) desde meses previos a mi concepción, porque pudieron ser ellos los que me programaran para padecer del oído si me siento fuera de lugar, o sentirme desequilibrado por aquello que oigo.

Finalmente, mientras yo vivía consciente de que mi vida es plena, entonces me será más fácil, aceptar que éste síndrome no es mío.
Una carta de duelo, liberándome de ésta herencia generacional o de éste programa recibido de mis padres, será suficiente para cambiar mi vida y dejar éstas molestias para siempre.

Akasha Sanación Integral

 

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Autor entrada: Alexandra

Psicoterapeuta - BioNeuroCoach

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