Heridas de tu niño-a interior

Heridas de la niña y niño  interior

¿Eres un adulto que lleva la carga triste del niño? 

Date un gran regalo : Libera esas cargas.

Es muy frecuente encontrar en los consultantes, muchas heridas de infancia,  personas que “no tienen recuerdos” de esa época. Estas secuelas las lleva el adulto en su día a día, se ven reflejados en su vida familiar, laboral o su círculo de amistades, se  puede activar  con algún problema el evento desencadenante,  aquella historia no sanada del episodio o suceso programante. Cuando el adulto se permite liberar la emoción primaria y oculta de ese resentir a través del proceso de acompañamiento de Biodescodificación , llorar expresar, gritar, escribir  se hace un gran bien de liberación .

Por eso es tan importante “llegar a la  raíz del conflicto que nos presenta el consultante, sacar todas las ramas  a que a veces nos pueden confundir y desviar de lo medular”

 Los varones vienen de un condicionamiento desde niños  que los  “hombres no pueden llorar”, gran absurdo, un niño herido puede ser un potencial agresor o un adulto “castrado”, un trabajador anulado con un potencial de líder,  un esposo inseguro o temeroso.

Pero puede también  reparar la historia y ser un padre o esposo amoroso y protector según se enfoque su conflicto  y con esto de alguna manera sana su vivencia.

Otro aspecto muy importante es crear el clima de confianza para que la persona se  anime a contar “aquello oculto” que jamás comentó a nadie tras esas historias no dichas es que se gesta un síntoma o enfermedad, estos sucesos llevan una gran carga de dolor, vergüenza, miedo que el niño o la niña no pudieron expresar. Ahora como adulto llegó el momento de desempolvar esos sucesos que te repetiste muchas veces: no pasó no pasó ; y lo viviste luego como pesadilla para recordarte, que si sucedieron.  O le ocurren a alguien de tu siguiente generación para que sea resuelto el conflicto.

Te invito a meditar y hacer una lista de las heridas de infancia, escribe todo en una hoja de papel amarillo con esfero rojo, todo lo que llegue a tu mente, toso lo que te causó gran dolor: el apodo que te coloco un profesor, la cachetada del papá, el insulto, el tocamiento de un adulto, ese episodio de violencia etc etc date el tiempo para hacer este ejercicio a manera de ritual y regalo es estas fechas;  luego léelo varias veces, deja que fluyan las emociones , pisotea el escrito, patéalo y corta con una tijerita escolar todo lo que escribiste , sintiendo que cortas ese dolor, esos programas, luego quémalos ( con la intención y toma de conciencia y trasmutar las emociones) finalmente bota el residuo en la basura “ donde pertenecen”

Al día siguiente date un regalo que siempre quisiste tener de niño-a o te gustaría o come algo que te prohibían: Ejemplo un algodón de azúcar, un paleta de dulce o ve a un parque infantil y sube a un carrusel, etc..

Según resuene en ti dale ese regalo a tu niña o niño interior. ¡ Lo merece!  Y date un fuerte abrazo desde ahora se el adulto que integró a su niño en forma armónica y feliz, que lo hizo crecer y convertirse en un hombre o mujer sin resentimientos ni heridas.

Un abrazo de luz.

Alexandra Sánchez

Psicoterapeuta-Biodescodificadora

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