Anorexia

Ya sea por salud o por estética, los trastornos alimenticios constituyen un serio problema en las sociedades desarrolladas. La OBESIDAD o sobrepeso, la anorexia y la bulimia representan serios riesgos para la salud. El sedentarismo característico de la vida moderna y la absurda imposición de unos cánones de belleza fuera de toda lógica hacen que las dietas y la báscula formen parte de nuestra vida diaria.

En terapia, la Descodificación Biológica o BioNeuroEmoción aborda todo síntoma o enfermedad desde la búsqueda de los conflictos emocionales no resueltos que siempre hay detrás, la historia oculta que subyace; preguntándonos qué está manifestando nuestra biología, de qué nos avisa a través del síntoma, qué bloqueos mentales y emocionales esconde y, sobre todo, cuál es su sentido biológico.

La anorexia no es sino una respuesta biológica; la expresión de un conflicto puntual y concreto. Como respuesta a ese conflicto emocional, nuestro inconsciente se expresa a través de nuestra biología y esa respuesta biológica es realmente una alarma con clara intención positiva, un aviso de que en nuestro inconsciente albergamos impactos emocionales y traumas que debemos corregir y resolver.

La persona con anorexia rechaza el amor que recibe de la madre

Como trastorno alimenticio, la anorexia consiste en una limitación extrema de la cantidad de alimento que se ingiere. Esta limitación consciente y forzada conduce a una inanición extrema y, consecuentemente, a la incapacidad de mantener un peso ideal en relación a la edad y la estatura. La persona anoréxica vive con miedo la posibilidad de aumentar de peso. En el fondo, manifiesta, de manera inconsciente, un odio profundo hacia si mismo que se traduce en esta forma de autoagresión.

Para nuestro inconsciente, la relación que tenemos con el alimento o hacia la comida simboliza la relación que tenemos o tuvimos con la madre o con la figura materna. Por este motivo, es importante estudiar en detalle el Proyecto Sentido de la persona, es decir, las circunstancias vividas por la madre desde nueve meses antes de la concepción hasta que el hijo/a cumple 3 años. Si sufrió conflictos emocionales, si contó con el apoyo, compañía y comprensión del padre del niño, si la lactancia fue normal, si las circunstancias de su vida hicieron de ella una madre fría o ausente, si el embarazo fue deseado o no, si hubo separación entre el bebé y la mamá, etc. Todas esas situaciones y circunstancias determinarán la vida posterior del hijo/a y pueden dar lugar a que interprete inconscientemente como tóxico todo lo que provenga de la madre, principalmente el alimento (leche tóxica); interiorizando una memoria de rechazo que se manifestará algunos años después en forma de anorexia, de rechazo y odio a sí mismo/a.

Las emociones de la madre, los traumas que ella pueda sufrir influyen de manera directa en la lactancia, y el bebé, plenamente conectado emocionalmente con la madre, recibe con culpabilidad esa carga emocional tóxica y conflictiva. Por tanto, si la madre tiene emociones tóxicas, el niño puede interpretar que recibe “comida tóxica”

La persona anoréxica rechaza el amor y el afecto que recibe de la madre (“No me gusta el modo en que mi madre me ama y la detesto por esto”). Rechaza también lo que simboliza la madre: el alimento. Por extensión, rechaza también su propia feminidad o su parte femenina. Mujeres que no quieren ser ni sentirse mujer, que repudian y temen la sexualidad, que viven con miedo la proximidad, el roce, el afecto o cualquier intento de intimidad sexual. Frecuentemente, detrás de todo ello hay un profundo traumatismo sexual pasado o historias de abusos -probablemente transgeneracional– que explican esa actitud refractaria a satisfacer las propias necesidades físicas, espirituales, afectivas y emocionales. En ocasiones, se advierten matices de un egocentrismo encubierto que lleva a la persona anoréxica a reclamar la atención de los demás por medio de la enfermedad, lo que evidencia una baja autoestima y un ansia constante de reconocimiento y aceptación por parte de los demás.

La anorexia responde a una situación de colapso emocional en la que coexisten al menos dos conflictos activos. El conflicto original, siempre presente y más importante, es el existente con la madre; conflicto puesto en marcha en la etapa uterina, durante el Proyecto Sentido. Pero, a menudo, se observa también un conflicto activo más reciente de carácter territorial en el que la persona anoréxica siente una falta de respeto hacia ella, tiene la sensación de haber perdido su espacio o de no poder ejercer control sobre sus cosas (ropa, juguetes, casa, habitación, etc.), sobre sus posesiones no físicas (derechos, necesidades, etc.) o sobre las personas que le rodean (padre, madre, amigos, etc.) Este conflicto territorial está relacionado con el estómago ectodérmico que se cierra y es, por tanto, un conflicto de contrariedad indigesta relacionado con alguien del clan familiar –no necesariamente la madre-; un conflicto reciente, vivido con cólera y rencor relacionado con alguien o algo que no se puede ni evitar ni digerir (simbólicamente). Otro posible conflicto activo coexistente en la anorexia es el deseo de “desaparecer”, hacerse lo más pequeño posible para pasar desapercibido, refugiarse, esconderse; no tener derecho a existir, lo que se manifiesta también en una muy baja autoestima. Hay una sensación de amor y afecto insatisfechos, necesidad de alimento emocional, que te acepten y reconozcan los demás.

Aunque también se manifiesta durante la infancia, la anorexia surge habitualmente en la pubertad y la adolescencia, raramente en varones. Es frecuente que la persona anoréxica presente bulimia al mismo tiempo. A diferencia de la anorexia, en los casos de bulimia no se observa una drástica reducción de la ingesta. Al no poder controlar y reprimir el deseo de comer, la persona bulímica devora la comida para después sentir culpabilidad y provocarse el vómito.

Como indicábamos, en los casos de anorexia es fundamental analizar la relación madre – hijo/a. La persona anoréxica se siente excesivamente controlada por una madre que cree que reduce su espacio y, con ello, condiciona y limita su autonomía e identidad. Vive con la sensación de no poder ejercer el necesario control sobre su propia vida y, consecuentemente, detesta el amor y el afecto de mamá. Biológicamente, este adelgazamiento extremo de la anorexia muestra el deseo inconciente de pasar desapercibido/a para no molestar en su entorno, para no ser visto/a y, por ende, no poder ser controlado/a.

Para obtener la curación, la persona anoréxica debe cambiar de inmediato la percepción que tiene de su madre. Ha de tomar conciencia de que ella hizo las cosas de la mejor manera que supo y pudo; que, como ser humano, la madre también comete errores y puede tener sus temores y limitaciones. La persona anoréxica debe darse cuenta de que sufre por la percepción que tiene de los acontecimientos y no por los acontecimientos en sí mismos, razón por la que puede y debe cambiar esa percepción.

Asimismo, es crucial que la madre respete al hijo/a, sus gustos, sus anhelos, sus placeres, su espacio, sus ritmos propios. Que no pretenda ser una madre perfecta porque ese anhelo puede llevarla a la sobreprotección y, con la mejor de las intenciones, condicionar y limitar de ese modo la autonomía y salud de su hijo/a. Afecto, amor y ternura de la madre, siempre; excesivo control y sobreprotección, nunca.

Por parte del hijo/a, la clave es la aceptación de sí mismo/a. Tomar conciencia y desvincular la relación establecida alimento–madre. Liberarse, sin victimismos ni culpabilidades, de los programas inconscientes de herencia transgeneracional que muy habitualmente existen detrás de la anorexia. Aceptar la propia feminidad o el lado emotivo en el caso de los varones. Amar la vida y el propio cuerpo.

Fuente: Dr. Jesús Casla 

BIODESCODIFICACIÓN – ANOREXIA
¿Qué es?:
La anorexia es un trastorno alimentario que causa que las personas pierdan más peso de lo que se considera saludable para su edad y estatura. Las personas con este trastorno tienen un miedo intenso a aumentar de peso, incluso cuando están con peso insuficiente ellos se sienten, se visualizan y se perciben obesos. Es común que las personas con anorexia, realicen dietas excesivas y ejercicio continuo y exagerado, puesto que su único pensamiento durante todos los días es “estoy gordo”.
Esta obsesión los lleva a realizar una auto-restricción alimenticia, lo que poco a poco provoca una ausencia total de elementos nutrientes para el cuerpo y con ello, la degeneración de músculos, huesos y tejidos. La cantidad de alimentos disminuye progresivamente de tal forma que llegan incluso a tomar únicamente agua y aun así, continúan pensando y sintiendo que subirán de peso.
¿Qué conflicto emocional estoy viviendo?:
Para lograr comprender el funcionamiento de la anorexia, vayamos pues a analizar la simbología que encierra. Biológicamente, el ser humano debe alimentarse y para ello, requiere de dos elementos básicos: territorio y alimento. Analizando la simbología de territorio y especialmente en el caso de la anorexia:
– Mi casa
– Mi cuerpo
– Mi estómago
– Mi vida
Analizando la simbología de alimento y específicamente en el caso de la anorexia:
– Mamá Ahora bien, para que yo presente anorexia, necesariamente, imperativamente, debo estar viviendo un conflicto emocional activo relacionado con “territorio” y “alimento”. No hay más, no existe más. Y en un 99% de los casos, es un conflicto emocional con respecto a la madre.
Vivir un conflicto activo quiere decir que hoy por hoy, en éste preciso segundo, yo sigo angustiado por ello, pensando en ello, sigo triste por ello, sigo viviendo con ello, sigo padeciendo con ello, por lo que es algo de mi presente, de mi “ahora”. Es algo que emocionalmente no he resuelto, no he olvidado, no he soltado. Es algo que continua afectándome. Si yo estoy viviendo un conflicto activo de territorio y simultáneamente estoy viviendo un conflicto activo de alimento, lo que se ocasiona dentro de mi cerebro es una “psicosis”, por lo que será hasta que yo resuelva ambos conflictos, que la anorexia desaparecerá.
Revisemos ahora en qué consiste la anorexia: “Me niego a ingerir alimento”
Lo que necesariamente nos lleva en éste caso a: “Me niego a ingerir mamá”
– No acepto a mi mamá
– No me gusta cómo me trata mi mamá
– No tolero a mi mamá
– No deseo estar con mi mamá
– Rechazo a mi mamá
– No quiero el amor que da mi mamá
– No cuento con mi mamá
¿Y qué puede haber sucedido con mi mamá o a qué grado pudo suceder, para que yo haya perdido por completo mis ganas de vivir, mis ganas de alimentarme saludablemente? Debo buscar historias en mi vida de:
– Intentos de mi madre por poner fin a mi gestación.
– Que mi madre haya odiado estar embarazada de mí.
– Que mi madre no haya comido o comido bien durante mi gestación.
– Que mi madre se haya sentido gorda al estar embarazada de mí.
– Que mi madre me reclame el hecho de ser gorda por culpa de mi nacimiento.
– Que mi madre me odie, esté celosa de mí.
– Que mi madre haya perdido el amor de mi padre a causa de mi nacimiento.
– Que mi madre sienta su vida frustrada por mi llegada a la vida.
– Que mi madre me haga sentir culpable por lo que le sucede en la vida.
– Que mi madre no me crea.
– Que mi madre no confíe en mí.
– Que mi madre no me escuche.
– Que mi madre no me abrace, bese.
– Que mi madre prefiera todo y a todos menos a mí.
– Que mi madre me haga sentir que no existo para ella.
En una gran cantidad de casos de anorexia, la emoción Programante está sin duda relacionada con fallidos intentos de aborto. El impacto emocional vivido por mí, como bebé es que “mi madre me rechaza”. Poco a poco, con el paso de los años, y siempre y cuando yo siga “sintiendo” todo tipo de rechazos por parte de mi madre, es que la anorexia se dispara, aparece. Otros momentos detonantes de anorexia, y debido a que el programa de “rechazo” ya nos fue impuesto en Proyecto Sentido, pueden ser un despido, un divorcio, un rompimiento amoroso, etc. Fuimos equivocadamente programados para NO ACEPTAR EL RECHAZO Y es por ello, que uno de los principales argumentos de una persona con anorexia es: yo me quiero ver mejor, yo me quiero ver delgado, a los demás les gusto delgado, si soy delgado me quieren, etc. El punto negativo, es que la etapa en que el cuerpo pareciera tener la forma deseada, la etapa en la que una persona con anorexia puede ser admirada son apenas unas cuantas semanas ya que inmediatamente se ingresa a etapa de “degeneración” física. Lo que necesariamente, lleva a la persona con anorexia a un nuevo rechazo, y por consiguiente a una decepción emocional.
– Para qué vivir si no soy importante
– Nadie me quiere
– Nadie me acepta
– Ni yo me acepto
– No valgo nada
– No importa si muero
– Quisiera desaparecer
Si bien la Biodescodificación ha logrado concretar la causa de la anorexia, el tratamiento de la misma es complejo y requiere de varias etapas de avance. El punto a trabajar, es y será siempre la relación con la madre. Entender a profundidad todas las circunstancias vividas por la madre desde aún antes de concebirnos. Será importante conocer toda la historia de la madre, sus sueños, sus frustraciones, su historia amorosa e incluso la clase de relación de la madre con su madre (la abuela). Todo esto poco a poco logrará que la persona con anorexia, comprenda con mucha más claridad las razones emocionales existentes. En el árbol genealógico será necesario buscar todas las historias de rechazo a los hijos, desvalorización hacia los hijos, madres castrantes y también claro, casos ya existentes de anorexia. Se trata finalmente de hacer “sentir” y “comprender”, a la persona con anorexia, que la relación con la madre puede ser sanada y liberada. Que cualquier emoción de sentirse rechazado puede superarse y que siempre puede uno salir adelante. Si tú eres una persona con anorexia, puedes comenzar por investigar datos de tu familia y analizar las condiciones de tu concepción, gestación y nacimiento. Con esto, tendrás material suficiente para comenzar a sanar tu vida y empoderarte. Puede ser que con escribir una carta de duelo para ti sea suficiente, pero lo mejor son las terapias de biodescodificación y la hipnosis para lograr soltar todo ese peso que vienes cargando emocionalmente.
Fuente: Akasha Sanación Integral

Autor entrada: Alexandra

Psicoterapeuta - BioNeuroCoach

2 comentarios sobre “Anorexia

    Donaji Flores Garcia

    ( -10:29 am)

    me interesan las publicaciones, realizan algun taller o platica

      admin

      ( -8:11 pm)

      Hola Donaji, como estás, en el mes de marzo daré una Charla sobre lo relevante de la BioNeuroEmoción, con gusto te informaré. Estoy en Guayaquil- Ecuador. Saludos

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